Definir el paisaje es muy díficil, ya que se puede hacer de muchas maneras, hay tantas definiciones como disciplinas que lo abordan, no obstante, una de las mejores definiciones es la que nos da el Atlas de Paisajes de España.
El paisaje es la forma que adoptan los hechos geográficos, tanto físicos, como humanos, sobre la superficie de la tierra; igualmente, las representaciones que de ellos tenemos, los significados que les otorgamos y los valores que les concedemos, de modo personal o colectivo. Es el resultado de la interacción de todos los agentes geográficos. En él interactúan: litosfera, atmósfera, hidrosfera, biosfera, edafosfera y antroposfera.
El paisaje se sitúa así en el plano de contacto entre hechos naturales y los de ocupación humana; también en el de los objetos y sujetos que los perciben y actúan sobre ellos, hasta el punto de que se puede asimismo definir el paisaje como la consideración general de las cualidades formales o fisonómicas del territorio apreciado en un golpe de vista.
“… una parte del territorio tal como es percibida por la población, cuyo carácter resulta de la acción de factores naturales y/o humanos y de sus interrelaciones”
(Convenio Europeo del Paisaje, 2004)
Se habla siempre de la percepción, porque si el ser humano no existe no existe tampoco el paisaje, el paisaje es una percepción humana, “Espacio tal y como lo define una sociedad”.
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