La Tierra tiene una zonación climática que da lugar a zonas climáticas frías, templadas o calientes (ecuatorial y tropical), y ello es debido fundamentalmente a tres factores:
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- Las horas de isolación recibidas.
- La inclinación de la Tierra.
- La atmósfera que los rayos de Sol atraviesan hasta llegar a la superficie terrestre.
La inclinación del eje de la Tierra hace que la incidencia solar sea mayor en unos lugares y menor en otros, tanto por la variación de las horas de luz como por la intensidad de los rayos solares, que variaran en función del punto en el que nos encontremos en la superficie terrestre y de la época del año en la que estemos: no es lo mismo estar en verano que en invierno o estar en el ecuador que estar en los polos.
LA INTENSIDAD DE LOS RAYOS SOLARES:
En cuanto a la intensidad de los rayos solares hay que tener en cuenta que la esta será mayor cuando los rayos incidan en una superficie perpendicular que en una oblicua. La temperatura será más elevada cuanto más verticalmente incidan los rayos solares en la zona y cuanto menos espesor de atmósfera atraviesen; además el calentamiento será mayor cuantas más horas de luz solar haya.
- Superficie perpendicular, es decir, menos inclinada (como es el caso del ecuador y las zonas tropicales): los rayos llegan con mayor intensidad, ya que la superficie en la que se reparten los rayos es menor, por lo que además atravesarán menos espesor de atmósfera.
- Superficie oblicua (cuanto más nos acercamos a los polos más oblicua es la superficie): menor intensidad, ya que los rayos se reparten en una superficie mayor, por lo que además deberán atravesar más espesor de atmósfera, llegando con mucha menos intensidad.
A pesar de estas diferencias, en la Tierra se mantiene una homogeneidad de climas gracias a fenómenos como los vientos o las corrientes oceánicas que hacen posible un equilibrio térmico al regular la energía terrestre de las distintas partes de la Tierra.
Sencillo y con una imagen muy atractiva. Sigue así!
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